todos los consensos sobre los que se levantaba el capitalismo del siglo xxi parecen haber saltado por los aires. uno de los mas destacados es el de la posicion de la industria, en este caso fisica. durante muchos años los paises occidentales aceptaron deslocalizar sus fabricas a cambio de acceder a bienes de consumo baratos producidos en
la administracion biden parece decidida a aprobar un impuesto de sociedades global que ponga fin a los paraisos fiscales. la idea ha vertebrado su discurso economico desde su toma de posesion, y esta a un puñado de dias de obtener el visto bueno del g7, el grupo informal que reune a los siete paises mas desarrollados del planeta.
en ultima instancia, las petroleras no son mas que empresas energeticas, por lo que la transicion es natural. mas aun cuando su musculo financiero (un proyecto de ?10.000 millones es su pan nuestro de cada dia) les permite cooptar un mercado en crecimiento, donde sus competidores aun no han crecido lo suficiente como para ser inexpugnables. si quieren la batalla por captar teletrabajadores de todo el mundo, una ciudad ha tomado la delantera: valencia